No digo que la Liga Mx no deba plantearse como objetivo regresar a competir a la Copa Libertadores, sin lugar a duda el torneo de clubes más importante del continente americano. Pero todos deberíamos estar de acuerdo también en que ese hipotético regreso debería de darse en condiciones más favorables a las que se aceptaron en la anterior etapa.
Lo ideal sería que se impulsara y concretara la unificación de todas las federaciones nacionales de futbol del continente en una sola organización. Eliminar, aunque sea de forma paulatina, esta división entre la Conmebol (con los 10 países de Sudamérica) y la Concacaf que integra a la gran totalidad… los tres monstruos: Canadá, Estados Unidos y México, más los países centroamericanos y caribeños.
Pero como esto no es cosa tan sencilla de lograr (vamos, quizá ninguna de las partes esté interesada en ello), lo que la Liga Mx, y la Federación Mexicana de Futbol que la respalda, deberían de plantearse un escenario realista pero exigente. Los equipos mexicanos sufrieron durante los años que compitieron en la Libertadores menosprecio abierto en sus visitas por parte de los propios organizadores y arbitrajes absolutamente localistas, sobre todo en enfrentamientos decisivos.
Además, aceptaron condiciones que no les permitían tener utilidades… Estar en esa Copa implicaba hacer gastos irrecuperables. Y estar en esa competición implicaba aceptar que nunca se podría ganarla.
Ojalá que quienes ahora se muestran nostálgicos y plantean con urgencia el regreso a la Libertadores tengan esto presente.
Es evidente que, más allá de las buenas intenciones que se han manifestado, tanto en la Conmebol como en México, para armar un proyecto de regreso, no hay una negociación activa y viva. Sería estupendo armar un equipo de trabajo con personajes que realmente conozcan el tema y que además tengan la habilidad para cabildear.