El nuevo presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, posa junto a su mujer Marta (segunda por la derecha), su madre Lola, y sus hijas Beatriz y Marta, en la ceremonia de toma de posesión, este sábado en Santiago de Compostela. /
Se ha convertido en el sexto presidente de la Xunta en un acto que ha contado con medio millar de invitados, entre los que estaba Teresa Mallada. «Nuestra vecina tierra seguirá contando con la gestión y experiencia que solo ofrece el Partido Popular», ha asegurado la líder del PP asturiano
Alfonso Rueda ha tomado posesión como presidente de la Xunta este sábado en un acto en el que se ha definido como «un hijo de Galicia» que sucede a Alberto Núñez Feijóo con una determinación, la de «preservar» a la autonomía de las «tendencias de ruptura» de otros territorios y mantener la «estabilidad» con un gobierno asentado en la «moderación».
«Conozco, quiero y creo en una Galicia unida, desde la Rúa Príncipe de Vigo hasta la praia das Catedrais, desde las tierras de A Limia hasta el bastión pesquero de O Barbanza, desde la Praza do Obradoiro hasta el Centro Galego de Bos Aires», ha proclamado, en un acto con medio millar de invitados, entre los que se ha encontrado la líder del PP asturiano, Teresa Mallada.
La presidenta de los populares en el Principado ha felicitado a Rueda y a «todo el PP de Galicia», comunidad que, ha dicho, «tendrá un presidente que dará continuidad con sabiduría e inteligencia al proyecto que los gallegos necesitan». «Nuestra vecina tierra seguirá contando con la gestión y experiencia que solo ofrece el Partido Popular», ha asegurado Mallada.
Durante su discurso, Rueda ha señalado en gallego que cree en «en una comunidad que se mantenga a salvo de la miopía del localismo y la fragmentación, que con el ariete de supuestos agravios carga contra la casa común y que tanto nos ha costado construir», ha añadido. El actual presidente de la Xunta ha garantizado que Galicia «va a contribuir con lealtad al fortalecimiento de España y del proyecto común europeo».
Rueda ha arrancado su discurso citando al pontevedrés Valentín Paz-Andrade, que se refería a «Galicia como tarea» y se ha identificado como «un gallego que ve en sus compatriotas el mejor ejemplo».
«Soy un hijo de Galicia al que Galicia encomienda que mantenga su unidad, su progreso y su bienestar. Intentaré ser digno de este pueblo que demuestra todos los días que es capaz de realizar sus sueños. Lo hace gracias a su esfuerzo propio, dentro de una España constituida en monarquía parlamentaria y en el seno de una Galicia autónoma y libre», ha aseverado.
Agradecido y «libre de hipotecas»
Animado por un «galleguismo conciliador e inconformista», ha citado a sus cinco antecesores en el cargo, para subrayar que se dispone a «continuar el camino» e iniciar una etapa más.
También se ha dirigido a los gallegos, «libre de hipotecas», pero «cargado de deudas de gratitud»: con su familia, con su partido (el PPdeG) y con los ciudadanos de la Comunidad, con los aspira a seguir «avanzando juntos» por la senda del progreso «tranquilo» y la «normalidad excepcional» que ve «bandera» de Galicia.
Isabel Díaz Ayuso
Al acto también ha asistido la presidenta de la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso ha definido a su homólogo gallego como un «gran presidente» y «muy buena persona». Ha deseado que el ya presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, «ojalá pronto» llegue al Gobierno de España.
Ayuso se ha trasladado a Santiago de Compostela para asistir a la toma de posesión como presidente de la Xunta de Galicia, en sustitución de Feijóo. «Ayer estuve por las calles de Santiago y algunos gallegos nos reñían porque el presidente Feijóo dejaba Galicia pero les decía que ahora seguirá representando a los gallegos, ojalá pronto, desde el Gobierno de España», ha trasladado la madrileña.
Díaz Ayuso ha asegurado que es consciente de que el cambio en la Xunta «es un momento agridulce para los gallegos, pero muy especial para el resto de los españoles».